miércoles, 29 de junio de 2011


¿Que tal, si te encuentro?

Y si te encuentro Buenos Aires
en esta tarde gris y lluviosa,
de un otoño particular de aromas,
caminando tus orillas, bebiéndome
las calles al lado de tu río.
Las gotas sedientas caen y beben
de tus aguas.

Y si te encuentro y me pierdo
en el laberinto de tu aire
y me reencuentro
mientras te absorbo en el recuerdo
atesorado de tu voz
y te camino y te recorro.

Te siento lánguida, sobria,
prisionera en mis adentros,
bullicio de inquietudes desparramadas,
en el desorden aficionado,
que busca en la noche del alma
la saciedad de su tormento.

Será que no se separan tus pasos
de mi ciudad y mi retina.
En cada sorbo de un dulce licor
se embeben mi labios, te degusto,
te reconozco.

Y ya no se si me pierdo
en los rostros de mi gente
que emigran tu imagen.
Hace un rato largo
que las golondrinas partieron.

Se van apagando calladas las luces,
se silencia la ciudad callada de tu voz,
y en el pálido refugio de un bar,
hace largas horas que te espero…

Civetta

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