sábado, 22 de agosto de 2009


AROMAS II

Los rayos del sol aparecían en el horizonte del este, los primeros brotes se dejaban ver sobre los árboles. La primavera estaba preparada para comenzar.
Se levantó temprano, preparo el mate y salió a sentir el olor de la hierba fresca bañada por el rocío de la noche.
Caminaba largamente sintiendo el canto de los pájaros, consciente de mirar dentro de sí.
En el vientre de aquella estación se gestaba un imborrable destino, que la vida había concebido para ella.
La vida florecía en cada lugar.
Civetta

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